El cuerpo del joven Roberto Soto, desaparecido desde el miércoles pasado en Chile, fue hallado sin vida en la región de Viña del Mar. El cadaver fue encontrado en las vías del Ferrocarril, por lo que, según las primeras pericias, se estima que el joven se habría suicidado.
Soto, de 22 años, estaba de vacaciones con un grupo de amigos en la región de Reñaca, cercana a Viña del Mar y trabajaba como mozo en un local de comidas para solventar los estudios para la carrera de contador público que cursaba en la universidad Maza.
Poco antes del reconocimiento del cuerpo, su madre se había manifestado sorprendida por la situación al afirmar que su hijo "no es de desaparecer"